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miércoles, 23 de junio de 2010
OJOS DEL ALMA
NO SE NECESITAN LOS OJOS FÍSICOS, CUANDO LOS OJOS DEL ALMA VEN MÁS ALLÁ DE UN TODO EXISTENCIAL DONDE MUCHAS DE LAS REALIDADES SON CRUENTAS E INEQUÍVOCAS, MAS NOS VALIERA SER CIEGOS, PUES PULULA LA MALDAD Y LA MEZQUINDAD EN EL HUMANO, DONDE SOMOS LA ÚNICA RAZA QUE SE MATA ENTRE LA MISMA ESPECIE.
©Todos los derechos reservados
AUT. DORIS B.P
EN CLAUSTROS VOLUNTARIOS
NOTA: PREVIO A ESTO EXISTEN UN PAR DE LÍNEAS QUE PREFIERO OMITIR
Las sombras de esa última relación aún me persiguen, las dudas, los dolores, las palabras dichas en aquella nuestra última platica que con fuego hirieron profusamente y que me han dejado sin la fuerza necesaria para salir a la calle y encontrar a ese alguien especial que me ha de levantar para volver a creer en la capacidad infinita de amar.
Alguna vez escribí que la soledad se tolera cuando se es deseada, sigo creyendo en esas mis líneas, pero una vida basada en claustros y encierros voluntarios, solo es significante inequívoco de una autentica negación del disfrute de la vida, no se cuan sano resulte esto, pero es lo que deseo vivir hoy para quizás mañana tener el valor necesario de enfrentar mis demonios internos y a esas sombras para dejarlas en el ayer y comenzar una nueva vida sin él, como el ya aprendió a vivir sin mí.
Sé, que a pesar de sus palabras frías y vacías aún sigue buscándome a su manera.
Solo tengo en mi vida dos cosas seguras: Algún día he de rendir cuentas tocando la puerta del más allá e ignoro si me espere el infierno o la gloria, pero lo único verdaderamente seguro, fue el amor infinito que alguna vez sentí por él y que él sintió por mí. Pese al tiempo y la equidistancia que nos separa hemos de aprender a vivir así, pensando y recordándonos eternamente por lo que pudo ser y el destino y las personas terminaron arrebatándonos.
©Todos los derechos reservados
AUT. DORIS B.P
domingo, 6 de junio de 2010
Ídolo de barro
Te compro el silencio de tu corazón,
los gritos malévolos de tus temores,
las promesas de papel convertidas en hojarascas
y las inmundicias de tu existir.
Si te compro todo esto
¿Qué quedará de ti?
pobre ruin hombre mío
¡Apenas un clisé de lo que un día fuiste!
altivo, prepotente y ególatra
así transitabas por los lares de la vida,
más tuviste la osadía de cruzarte en mi camino
desmembrando parte a parte lo que un día fui,
¡Mírame, has triunfado sobre mí!
Eras mi ídolo de barro,
El hombre con quien quería envejecer,
Y de pronto… ¡La otra cara de la moneda!
Al unísono derrumbose sobre el suelo
Quedando mil pedazos…
Y de la nada, la lluvia salada hizo su trabajo,
¡Te has convertido en lodo yaciendo sobre el suelo!
Pues ahí te quedarás ¡Ya no me has de herir más!
Que dios te perdone, pues se te olvidó
¡Soy una mujer hecha de madera fina!
los gritos malévolos de tus temores,
las promesas de papel convertidas en hojarascas
y las inmundicias de tu existir.
Si te compro todo esto
¿Qué quedará de ti?
pobre ruin hombre mío
¡Apenas un clisé de lo que un día fuiste!
altivo, prepotente y ególatra
así transitabas por los lares de la vida,
más tuviste la osadía de cruzarte en mi camino
desmembrando parte a parte lo que un día fui,
¡Mírame, has triunfado sobre mí!
Eras mi ídolo de barro,
El hombre con quien quería envejecer,
Y de pronto… ¡La otra cara de la moneda!
Al unísono derrumbose sobre el suelo
Quedando mil pedazos…
Y de la nada, la lluvia salada hizo su trabajo,
¡Te has convertido en lodo yaciendo sobre el suelo!
Pues ahí te quedarás ¡Ya no me has de herir más!
Que dios te perdone, pues se te olvidó
¡Soy una mujer hecha de madera fina!
Despedida
Algunas historias de amor son relatos breves, pero conservan su esencia inmemorablemente, a la postre, cuando las cosas no van bien, resulta idóneo poner un punto final al relato, darle el giro total a la historia colocando ese punto final y decisivo donde uno de los personajes sufrirá más, pues no era una historia de hadas donde el fin es algo ya esperado, la felicidad eterna…
El tiempo se agotó, como se agota la vida, postrándome en cada segundo transcurrido más cercana del olvido que de tú recuerdo… ¿En qué se transformarán aquellos sueños y anhelos? Me declaro aún ignorante de ello, mas lo verdaderamente seguro en este instante ¡Estoy de pie!
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