Te compro el silencio de tu corazón,
los gritos malévolos de tus temores,
las promesas de papel convertidas en hojarascas
y las inmundicias de tu existir.
Si te compro todo esto
¿Qué quedará de ti?
pobre ruin hombre mío
¡Apenas un clisé de lo que un día fuiste!
altivo, prepotente y ególatra
así transitabas por los lares de la vida,
más tuviste la osadía de cruzarte en mi camino
desmembrando parte a parte lo que un día fui,
¡Mírame, has triunfado sobre mí!
Eras mi ídolo de barro,
El hombre con quien quería envejecer,
Y de pronto… ¡La otra cara de la moneda!
Al unísono derrumbose sobre el suelo
Quedando mil pedazos…
Y de la nada, la lluvia salada hizo su trabajo,
¡Te has convertido en lodo yaciendo sobre el suelo!
Pues ahí te quedarás ¡Ya no me has de herir más!
Que dios te perdone, pues se te olvidó
¡Soy una mujer hecha de madera fina!
los gritos malévolos de tus temores,
las promesas de papel convertidas en hojarascas
y las inmundicias de tu existir.
Si te compro todo esto
¿Qué quedará de ti?
pobre ruin hombre mío
¡Apenas un clisé de lo que un día fuiste!
altivo, prepotente y ególatra
así transitabas por los lares de la vida,
más tuviste la osadía de cruzarte en mi camino
desmembrando parte a parte lo que un día fui,
¡Mírame, has triunfado sobre mí!
Eras mi ídolo de barro,
El hombre con quien quería envejecer,
Y de pronto… ¡La otra cara de la moneda!
Al unísono derrumbose sobre el suelo
Quedando mil pedazos…
Y de la nada, la lluvia salada hizo su trabajo,
¡Te has convertido en lodo yaciendo sobre el suelo!
Pues ahí te quedarás ¡Ya no me has de herir más!
Que dios te perdone, pues se te olvidó
¡Soy una mujer hecha de madera fina!
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